La historia de esta artista sensible y diáfana tiene varias aristas: su infancia en una gran ciudad, el descubrir que su padre de sangre es de ascendencia india; su incursión en el cine documental, la fotografía y las Artes Plásticas.
Blair ama la experimentación, la sensibilidad, el juego de los espacios y de los tiempos. De sus manos y del metal que utiliza para modelar surgen caballos, rostros, formas fabulosas. Bocetos que llenan y delinean el aire y la gravedad de lo que falta.
Si se mira con detenimiento las esculturas de Blair Robbins se cae en la cuenta que son un todo flotando a la vista de aquel que queda impactado ante ellas. El alambre se tuerce y forma; se esparce y contrae; se estanca y vuelve a conectar con la imaginación subjetiva de cada espectador.
Las fotos corresponden a la tienda que esta artista tuvo en el Indian Market de Santa Fe ( 19 y 20 de agosto de 2017 ).
Para mas información les dejo enlace:
http://blairrobbins.com/wireshadow.html
Y para terminar dedico este poema a la Artista y al nutrido grupo de lectores que siguen el fatigoso laberinto de este blog:
Retorno
La escultura y los espacios vacíos tienen una interrelación ambiciosa.
La escultura como espíritu y sangre,
como estela de horizonte plano y amable.
En el aire el metal se ciñe a las manos,
las mismas que lo amasan y comprimen.
El metal que brilla
a la vez que brilla su carácter de obra inconclusa,
el espacio vacío.
Y en múltiples dimensiones avanza un espiral que es un caballo
el caballo que corre por las planicies
y caza o pelea
suda y corre
y acribilla el aire con su veloz estampida.
El movimiento eterno está presente
en esos mansos y bravos caballos de llanuras interminables
que con sus amos Osage
y el recuerdo de la estirpe de valerosos guerreros altos y bellos la artista moldea y construye
visibiliza y eleva
retornando a sus fuentes.
La sombra se proyecta
la forma danza
la escultura se abanica acompasadamente
mientras las dimensiones juegan a ser ellas
entre lo mítico y real.
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