Los todistas son una raza en extinción: especialistas en no tener especialidades; estrategas en no tener estrategias; decididos a no tomar decisiones; carentes de vocación y el sentido especulativo de la conveniencia y la oportunidad. Seren, la señora que escribe en este blog, ha desarrollado, durante su amplio y diversificado paso por el todismo, todo tipo de diligencias laborales dignas de una pesadilla de Borges: lavaplatos, mucama, cartonera, canillita, empleada de veterinaria; barman, camarera, ayudante de sastre, vendedora ambulante, albañil, barista. Ella vendría a ser lo que en inglés se llama 'blue collar', o la gente que no tiene título universitario y desempeña tareas no profesionales. Esta mujer, como el resto de los todistas, tiene un sentido y comprensión estético mas bien ecléctico y difuso. No sabe la diferencia entre Barroco y Rococó; siempre supuso que Manet era Monet ( o viceversa ); o confunde el Art Decó con el Art Nouveau. Escribe con faltas de ortografía, se desentiende de la sintaxis, no entiende dónde van las comas; pero por otra lado, gusta de sacar fotos, martirizar relojes, ir a museos, visitar artistas y contar qué ve y cómo lo siente y experimenta. Señoras y señores, no los entretengo mas: Bienvenidos a Seren Vintage Watch Gallery

El Pescador

Un gigante de hierro y resina se yergue en el Cubo Abierto del Museo de Arte Contemporáneo de Oaxaca dando a los espectadores mas preguntas que respuestas. Es el gigante de los mitos americanos ( y universales ) repetidos hasta la perfección milenaria de la oralidad manifiesta.
Junto al pesador su presa, un pez que lucha con orgullo de vencido y que desencadena la acción de dar al gigante sentido de pertenencia y movilidad.
Pervive en la obra del artista oaxaqueño Alberto Aragón Reyes una cuota selecta de mesura, cariño, comprensión con la monumentalidad de la escultura que trajina a su presa y la respeta, la ama y la cuida para que sea fecunda y no divague en alucinaciones de mezquindades y despotismos.
De la imagen que se nos clava en los sentidos al ver al pescador rescato la fuerza de la acción aunque esté inmóvil, la suavidad de las lineas aunque sean duras y la trama fabulosa que estalla entre ambas figuras, los visitantes y el sol que cae de lleno en el cubo que encierra ( ¿ o abre ? ) las enunciaciones de la historia viva de nuestra América.

http://albertoaragonreyes.com/



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