La historia de este reloj es graciosa: lo gané en una subasta en la que entré una madrugada de insomnio sin intención siquiera que el reloj llegara a mis manos. Participo en muchas subastas, pero solo por diversión. Ya tenía un ETA igual ( el Breil ) y no quería otro. Perrrrroooooo.....
Este bucito me fue ganando el corazón poco a poco.
Acompaña al buzo temerario un poema temerario:
Mustio, vertiginoso hastío
polvareda de sueños truncos
inhaprehensible autómata
Destemplado y esmirriado camino
cerril y desesperado atisbo
descotado enjambre de afrentas
¿ Qué otros mundos proclamar para curar el pecado ?
Maleficio de excesos plagiados
irreconciables y exangües.
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